lunes, 3 de agosto de 2015

Andrés Roca Rey valor, firmeza y aguante



Andres Roca, rey de la novillería actual

Este año no hay en Europa novillero mejor colocado ni triunfador más persistente que el limeño Andrés Roca Rey. Limeños de apodo ha habido en el toreo dos más o menos notorios, los pepes Gárate y Martínez, andaluces ambos, de discreto cartel en la segunda y la séptima décadas del siglo XX, respectivamente; Roca Rey, en cambio, nació hace 18 años en la capital del Perú, y entre otros méritos acumulados tiene el haber descerrajado la puerta grande de Madrid el 19 de abril –no le arredró el dolor de tres heridas y sin alardes ni aspavientos se dejó pasear en hombros antes de llegar a la enfermería–, volvió a impresionar en San Isidro –tuvo fuerte petición tras otro arrimón muy serio– y en su presentación sevillana (04.06.15) dio un nuevo aldabonazo al cobrar una oreja de cada novillo de Villamarta. Desde entonces, no ha dejado de crecer, con ruidoso refrendo en Pamplona (05.07.15), donde cortó otra oreja y encandiló por igual a la golosa afición y a las ruidosas peñas.

Mucho tiempo hacía que no surgía un novillero tan solvente y prometedor, ni que fuese capaz tan rotunda continuidad, refrendada en los principales cosos europeos. Tanto que la empresa de Nimes ya le escrituró la alternativa para su próxima feria septembrina.

Talla de protagonista. Andrés Roca Rey es un muchacho espigado que impresiona desde que se planta en la arena por su actitud serena y decidida, traducida en una quietud y un aguante fuera de lo común. Pero al servicio de esa “disposición a la gloria o a la muerte”, están unas manos toreras que saben del temple y la largura, una cintura flexible para armonizar con la dinámica de cada novillo y un gusto por torear que le sale por los poros. Además, muestra una inventiva desbordante, tanto en sus faenas de muleta como en frondosos tercios de quites, lo mismo pródigos en estoicas gaoneras –como las que levantaron al público de Pamplona, convirtiendo sus cantos y jaleo en torero clamor–, que en la combinación de caleserinas, tafalleras y saltilleras con que fijó la atención del sesudo cónclave sevillano.

20/07/2015 04:00
Fuente: Alcalino
http://www.lajornadadeoriente.com.mx/


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